En México tenemos una gran tradición de ayuda y solidaridad,
el mejor ejemplo fueron los sismos de 1985, seguidos de las explosiones de
Guadalajara, San Juanico o San Martin Texmelucan, las inundaciones en Tabasco,
Veracruz y recientemente Tamaulipas y Guerrero.
Alguna vez mientras desayunábamos estando uniformados, la
señora que amablemente nos atendía reconoció nuestro trabajo y dijo: yo no
podría hacer nada, mas que servirles un café… Lo que ella no sabe es que para
nosotros, es la mejor ayuda que podemos recibir, esa taza de café simboliza
toda la organización de la sociedad civil, y la respuesta de un pueblo ante una
emergencia !
A todos aquellos que en
las frías madrugadas, mientras atendemos un servicio, nos sorprenden con una
olla de café caliente, nuestro eterno
agradecimiento.
Mucho hemos hablado de la participación ciudadana, de la
administración de recursos, de minimizar riesgos, de la respuesta en grandes
desastres, pero en un sentido practico, ¿qué podemos hacer como parte de la
sociedad en que vivimos?
Lo que hacen nuestras autoridades por minimizar riesgos, o
por proveer a la ciudad de recursos pare enfrentar emergencias mayores, también
lo podemos hacer nosotros en nuestros hogares y oficinas. Pero ¿ que hacer ? ¿ como
prepararnos ? ¿ como ayudar ?
Existen los planes gubernamentales, como el DN-III E que
aplica el Ejercito Mexicano en coordinación con los Gobiernos Federal, Estatal
y Municipal, o sea los famosos tres niveles de gobierno, y con las instituciones
encargadas de la protección civil, es decir El Sistema Nacional de Protección
Civil, encabezado por la subsecretaría de Protección Civil de la Secretaría de
Gobernación, dentro de éste sistema se agrupan todas las instituciones como
cruz roja, bomberos, policía, grupos voluntarios, algunas dependencias
gubernamentales, etc. Pero la parte fundamental de la respuesta a grandes
emergencias es la Sociedad Civil, si, los rescatistas espontáneos a quienes la
ONU a denominado como Voluntarios Espontáneos,
y según sus cálculos dan las primeras atenciones a cerca del 50% de las víctimas en un desastre. Si, el que
iba pasando por ahí y se quedó a ayudar,
la señora que por pura solidaridad prepara alimentos para damnificados y
rescatistas, el taxista que lleva y trae equipo, el dueño de la tlapalería que
donando sus ganancias comparte sus herramientas para lograr un rescate, y por
supuesto, aquellos hombres y mujeres que armados solo de valor y sentido común,
logran rescatar a sus amigos, vecinos o desconocidos de entre escombros, aguas
bravas, fuegos, etc, aquellos que aplican los primeros auxilios y el apoyo
moral, esos son los valiosos Rescatistas Espontáneos.
Históricamente y no solo en México, hemos sido testigos de grandes historias de
supervivencia y rescates asombrosos, eso
no quiere decir que sigamos haciéndolo
sin conocimiento y sin técnica, dejando todo a la improvisación y al sentido
común. Debemos prepararnos, aprender primeros auxilios, acercarnos a las
unidades estatales y municipales de protección civil, saber en que si podemos ayudar y en
que no.
Aprovechar y sacar el mayor partido de las habilidades y
conocimientos que ya tenemos, es decir, preguntarnos: ¿ Como puedo ayudar con
lo que se hacer ? Quizás me da miedo la sangre y creo que no puedo ayudar, pera
aún así, podemos colaborar con las instituciones y grupos de rescate
establecidos, lo que no quiere decir que
debamos estar en contacto con los lesionados o arriesgarnos junto con los
rescatistas profesionales durante la evolución de un rescate. Existen algunas
áreas en las que podemos ayudar, solo debemos entender y respetar la cadena de mando, hacer disciplinadamente
lo que se nos pide, nunca ponernos en una situación de riesgo y sin ofendernos ni cuestionar la orden, retirarnos cuando se nos pida.
Algunos ejemplos de lo que podemos hacer:
Mecánico-reparaciones de emergencia de unidades y
herramientas.
Almacenista- en Logística, recibiendo y ordenando equipo y
herramientas.
Carpintero-ayudando en cortes de madera cuando es necesario
apuntalar.
Staff iluminador-iluminar las áreas de trabajo, mantener
funcionando los generadores.
Agente de compras-ayudando a conseguir recursos externos
(trascabos, grúas, etc)
Contador-haciendo una base de datos de lesionados.
Veterinario-ayudando con los perros de búsqueda (tristemente
también se lesionan).
Socuts-Siempre Listos, y la tarea asignada estará bien hecha.
Ingeniero en sistemas-alguna computadora dará problemas.
Minero-quizás sepas apuntalar mejor que nosotros.
Twittero-Hoy en día una gran herramienta en la respuesta y coordinación de emergencias.
Dentro de la estructura de un grupo de rescate, todas éstas
funciones tienen un encargado, y siempre se hacen, la gran ayuda de los
voluntarios espontáneos, es que permiten que el personal de rescate se
concentre solo en el rescate, haciendo mas eficiente la atención y extracción
de víctimas.
Si además de lo que ya sabemos, podemos tomar un curso de
primeros auxilios, de uso de extintores, etc. O como ya mencioné antes, acercarnos a las unidades estatales y municipales de Protección Civil, la ayuda a nuestra comunidad será mas
eficiente y podremos actuar con mayor seguridad.
Como parte de la sociedad civil no esperemos que nos den
todo, pensemos qué podemos hacer por nuestra ciudad…